En Uruguay, los números a los tamberos no le cierran. Sin embargo, Ademir Travieso donó 50 litros de su producción de marzo y otros 100 litros en abril para hacer leche en polvo y entregársela familiar de bajos recursos a través del Instituto Nacional de Alimentación (INDA).
Walter Frisch, presidente de la Asociación Nacional de Productores de Leche (ANPL) informó al diario El Observador de Uruguay que el caso de la familia Travieso, es un ejemplo de la actitud que tienen los tamberos uruguayos de expresar su solidaridad más allá de la cantidad que se puede donar y pese a que haya que hacerlo en un momento de favorable para las cuentas de las empresas lecheras del Uruguay, que cuentan en su mayoría con números en rojos en sus balances.
Hubo un caso de un productor que se dio 25.000 litros, con los cuales se podrán elaborar 2.000 kilos de leche en polvo. Otros aportaron unas pocas decenas. Sin embargo, estos últimos casos son especialmente valiosos considerando que el sector lleva varios años sin que pueda lograr en buena parte de las empresas un margen de rentabilidad adecuado al esfuerzo diario.
«Ser tambero es muy sacrificado: las vaca se ordena todos los días del año, no hay vacaciones, no hay emergencia sanitaria que pueda cambiar eso. Pero es un orgullo nos apasiona y nos gustaría que la importancia del tambero en Uruguay, como productor de un alimento tan importante, sea más reconocida», dijo Travieso.
El tambo de Travieso, como pasa con muchos establecimientos familiares del sector, no tiene un nombre que lo identifique y cuenta con un sistema productivo con base en unas 19 hectáreas propias y otras 16 arrendadas en Punta de Valdez, Departamento de San José. Allí ordeña 40 vacas algunas de raza holando y otras con genética holando y jersey.
Desde su tambo, se remiten en este otoño a Conaprole, la industria que con la que trabaja desde el 2011, unos 760 litros de leche diarios. En la labor, actualmente se extrema las medidas de prevención aconsejadas para los predios productivos como incrementar la higiene y el distanciamiento social. Pero la producción ni la actitud solidaria pararon.
Buenos Aires, 20 de abril de 2020
