Desde los principales países productores de leche, incluido Estados Unidos, le advirtieron a la Unión Europea que evite disponer políticas que distorsionan el mercado lácteo. Allí figuran la decisión de Bruselas de llevar adelante un esquema intervencionista de adquirisión de leche en polvo descremada y manteca.
Una coalición de organizaciones lecheras de varios países y de Estados Unidos se han unido para exigir a la Europa que evite el tipo de dumping de productos que se observó tras disponer, tal como se indicó «adquisiciones intervencionistas» dispuesta hace solo unos años, según refirió el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA) en sus informes.
El dumping en el mercado mundial de grandes cantidades de leche en polvo descremada y manteca adquiridas con dinero público cuando las condiciones beneficien a los fabricantes de la UE solo servirá para prolongar la complicada situación en la que funcionan los sectores lácteos de muchos países, al distorsionar artificialmente los precios y desplazar a la competencia una vez que el mundo se recupere del impacto inmediato de la pandemia COVID-19. Los grupos urgieron a la UE a que adoptara medidas que estimulen el consumo dentro de sus estados miembros y promuevan la adopción de prácticas de producción adecuadas para sobrevivir durante esta difícil situación.
Un conjunto de países productores de leche y lácteos emitió el siguiente comunicado conjunto:
Los grupos que emitieron este comunicado son la National Milk Producers Federation (NMPF) y el U.S. Dairy Export Council (USDEC), Asociaciones de México, Asociaciones de Argentina (la Sociedad Rural Argentina y el Centro de la Industria Lechera), Asociaciones del Uruguay, Asociaciones de Chile, y otros países.
«La Comisión Europea no debe volcar en el mercado la leche en polvo descremada y la manteca adquiridas con apoyo del gobierno con la excusa de que está protegiendo a sus ganaderos. Las prácticas de distorsión del mercado de la UE ya son bastante destructivas en condiciones normales. Pero si se aplican tras la pandemia COVID-19, que ha erosionado drásticamente el precio de los lácteos, tendrán consecuencias desastrosas para el mercado mundial, al prolongar las devastadoras condiciones económicas.
Es vital que la UE actúe de inmediato para poner en práctica un plan para la gestión a largo plazo de las reservas incentivadas por el gobierno, dado su historial de volcar sus adquisiciones intervencionistas de una forma que perturba el mercado lácteo internacional. La UE intervino en 2016-17 y mantuvo en sus reservas el equivalente al 16% del mercado mundial de la leche en polvo descremada. Después la puso en circulación en el mercado en el curso de dos años, con una rebaja desleal de los precios frente a los internacionales y el consiguiente perjuicio para el sector lechero internacional.
Los productores e industrias lácteas de nuestros países y de muchos otros en el resto del mundo ya están librando una dura batalla, esforzándose al máximo por mantener al mundo bien alimentado durante esta crisis. Ya nos enfrentamos con suficientes retos en nuestros propios mercados. Si la UE no cambia su estrategia de deshacerse de sus compras lácteas intervencionistas y se compromete a no distorsionar los mercados internacionales al volcar en ellos el excedente de producto justo cuando el sector lechero comienza a recuperarse, las repercusiones económicas harían peligrar dicho sector y aún más granjas lecheras y fabricantes lácteos se verían obligados a cerrar sus puertas».
Buenos Aires, 7 de mayo 2020