La cadena láctea juega un rol importante en las economías y el bienestar de los consumidores de América Latina.
Con más de tres millones de productores (según FEDALE al 2012) y miles de emprendimientos industriales, América Latina participa en un 12% de la producción mundial de leche bovina y en un 13% y 7% de las importaciones y exportaciones globales de productos lácteos, respectivamente (según la FAO al 2019).
La estimación del consumo de productos lácteos suele hacerse de manera agregada, contabilizando los litros de equivalente-leche por persona y por año: existe en la región con respecto a los niveles medios de consumo, los cuales van desde 200 litros de equivalente-leche por persona y por año, en países como Uruguay, Costa Rica y Argentina, a niveles cercanos a los 50 litros en países como Nicaragua, Estado Plurinacional de Bolivia y Guatemala.
Además, la producción de leche y la elaboración de productos lácteos en la región representan una actividad fundamental para el desarrollo sostenible de
los territorios.
Así lo advierte un extenso y detallado informe publicado en Roma por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Federación Panamericana de Lechería (FEPALE).
Aquí el informe completo del informe mencionado:
Más allá de la Finca Lechera
https://www.ocla.org.ar/contents/news/details/24509486-mas-alla-de-la-finca-lechera
Dada su capacidad para crear complejas y extensas cadenas de valor, la actividad entrelaza otras industrias, dentro y fuera del sector pecuario, por medio de encadenamientos productivos, generando valor, dinamizando la economía y haciendo una enorme contribución a la inserción laboral de jóvenes y mujeres en diversos niveles de la cadena, ya que —según estimaciones propias— el uso de mano de obra directa es de unos 4,3 millones de personas.
Buenos Aires, 23 de octubre de 2022
