El gremio lechero ATILRA quiere reabrir paritarias tras cumplirse seis meses del cierre del último convenio salarial alcanzado con las grandes empresas lácteas, donde cerró un ajuste del 57,5% para toda la escala. Las pequeñas y medianas usinas lácteas nucleadas en APYMEL, se resisten.
Ya empezaron los llamados telefónicos y las consultas internas entre las distintas delegaciones de ATILRA. La pretensión del gremio de lecheros comenzó a cobrar brío tras el acuerdo paritario que alcanzaron entre el sindicato y los frigoríficos de carnes rojas, por un incremento del 17% repartido en los salarios en mayo, junio y julio.
Más allá del bono propuesto por la Casa Rosada para compensar el cierre del 2019, por un monto de $ 5.000 a cancelar en el arranca del presente año, el acuerdo cerrado por el Centro de la Industria Lechera y el gremio por el pago de un extra de $ 13.000 todavía da que hablar en el sector fabril lácteo, ya que APYMEL, nunca aceptó firmar ese acuerdo convenido por las grandes empresas.
Por separado, se firmó un acta ante el Ministerio de Trabajo, donde las Pymes Lácteas refirieron la imposibilidad de cumplir con este pago. Sin embargo, ante el inesperado apoyo de SanCor al pedido gremial, debido esto a que la cooperativa necesita alguna concesión en su política de reducción de personal-, descompensó la posición empresaria en el arranque de mayo ’20. Veremos que sucede con APYMEL.
Por ello, no está mal preguntarse y ¿si no hay acuerdo, esto terminará en la Justicia?. La duda está presente, ya que no seria la primera vez que el Ministerio de Trabajo (en un gobierno peronista) no atiende los pedidos de las pymes en favor de los reclamos de los gremios. Y en el caso de las pymes lácteas, salvo aquellas que exportan, con no están con mucho margen para pagar extras salariales, y seguramente resistirán la medida.
