“Si necesitás crecer y dar empleo para que la gente tenga más plata en el bolsillo, estas ideas son contraproducentes”, sostuvo Chiesa acerca de la prórroga que comunicó la Casa Rosada con respecto a las exportaciones de cortes de carne bovina a fines de agosto.

“Puede ser que sea una provocación para que reaccionemos. Más allá de las diferencias de opinión, las reuniones con el Gobierno habían sido de absoluto respeto y comprensión, a pesar de las decisiones que luego tomaran. Pero ayer con la palabra “avaricia” se cruzó una línea. Porque además es injusto: el 70% de los ingresos ganaderos se los lleva el Estado, graficó.

“Todos nos llamamos a la prudencia para que esto no entre como un argumento electoral. A lo mejor nos quieren subir a una contienda a la que no queremos participar”, sostuvo Chiesa.

Carne y elecciones

“Cuando se decidió postergar la medida hasta el 31 de octubre, básicamente nos dimos cuenta que se decidió priorizar el lado del mostrador del consumo por encima del de la producción. Evidentemente hay muchísimos más votos del otro lado que del nuestro. Si el objetivo era bajar el precio y cercenando exportaciones porque inundás el mercado de la carne, bueno, sí, lo van a lograr, en el corto plazo sí. Pero en el largo va a faltar la carne”, sostuvo Chiesa.

Y graficó: “Se empieza a romper el sistema de producción. Esto va a pasar y no necesitamos la bola de cristal. Estamos viviendo el camino que transitamos de 2007 en adelante”.

Los especialistas en hábitos de consumo ligados a la Mesa de Ganados y Carnes sostienen que hoy Argentina consume 117 kilos de proteína animal per cápita al año, a comparación de los 100 que ostentan los países más desarrollados. A ese cuadro comparativo hay que agregarle los 165 kilos que produce el complejo productor argentino, lo cual ubica a esa diferencia entre lo consumido localmente y lo producido, como el motor central de la exportación del sector.

“Tenemos 10 millones de cabezas menos que en el 2008 y 10 millones de habitantes más. Podemos seguir jugando a la perinola con la carne, pero no podemos evitar el crecimiento demográfico. Hay que apuntar a una mayor producción. En eso el modelo uruguayo es extraordinario: tienen 12 millones de vacas y son 4 millones de habitantes”, explicó Chiesa.

Y aseguró que en la coalición de Gobierno actual “hay gente que todavía sueña con los 70 kilos de carne vacuna por habitante al año, de los años 70’ y 80’. Eso no va a volver a pasar nunca más”. Entre los factores que explican ese cambio también está, además de lo demográfico, los consumidores que eligen alimentarse sin carnes de ningún tipo, que representan un 7% del mercado.

Buenos Aires, 7 de setiembre de 2021