Se consolida la posibilidad de contar con un fenómeno «Niña» para los próximo meses: la previsión de contar con un clima seco, y con escaso nivel de lluvias, pasaría del 70 al 80%, según la evaluación que se hace en el Instituto de Clima y Agua del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria.
Este porcentaje se presenta en un nivel del doble de la probabilidad calculada, según los datos históricos, relevados hasta el momento.
«Cuando hablamos sobre las perspectivas climáticas, el primer fenómeno al cual hacemos referencia es El Niño-Oscilación del Sur (ENSO, su sigla en inglés) forzante climático-atmosférico que tiene principal influencia sobre la variabilidad de las precipitaciones y temperaturas en el sur de Sudamérica, dos variables claves en la siembra y desarrollo de los cultivos», explicó Natalia Gattinoni, meteoróloga del Instituto de Clima y Agua del INTA.
Esto sucedería en un período clave como es el término de la próxima campaña gruesa y cuando se concluye con la finalización de la siembra de cultivos finos. Se abre allí un panorama crítico para contar con la disponibilidad hídrica necesaria, particularmente en regiones del oeste y del norte de la región triguera.
«Desde fines del invierno del 2020 se han instalados condiciones frías en el Océano Pacifico Ecuatorial asociadas a la fase La Niña del fenómeno». Esta situación se vio acompañada por «un periodo de debilitamiento y una transición a una corta fase neutral hacia mitad del 2021 para volver a intensificarse durante finales del invierno pasado, prolongándose hasta la actualidad, también con periodos de menor intensidad, pero siempre manteniendo las aguas frías en esta región del océano», subrayó Gattinoni.
Según la última información disponible de modelos internacionales, tanto dinámicos como estadísticos, que simulan cómo evolucionarán las temperaturas de la región Niño 3.4 del océano, «se está transitando a una primavera y un fin de año con condiciones frías del Océano Pacífico Ecuatorial, con intensidad entre débil a moderada».
De esta manera, «la probabilidad de ocurrencia de La Niña es de un 70 a un 80 %, aproximadamente el doble de la probabilidad calculada, según los datos históricos o sea la climatología», afirmó Gattinoni.
«Si se observa el comportamiento de estas variables meteorológicas durante todos los años La Niña que se tiene registro, «es más probable durante la primavera e inicio del verano la ocurrencia de lluvias inferiores a las normales sobre el este y norte argentino acompañado de temperaturas medias entre normales a más frías», expresó especialista en metereología sobre la perspectiva para primavera.
Buenos Aires, 25 de agosto de 2022