El ministro de Agricultura de la Nación, Julián Domínguez, planteó que ante el cambio climático «debemos acelerar e ir hacia un proceso de certificación de la trazabilidad de todos los alimentos que producimos, si no queremos que se conviertan en barreras paraarancelarias a nuestra producción».
Desde la localidad bonaerense de Tandil, donde se conmemoró el 10° aniversario de la Denominación de Origen «Salame de Tandil» (DOT), una iniciativa que aprobó en 2011 durante su anterior gestión al frente de la cartera y que fue la conclusión de un intenso trabajo en conjunto con los productores locales para remarcar la calidad y la identidad territorial del producto, remarcó además que «aquello que hoy está en discusión tiene que ver con las demandas de los consumidores más exigentes del planeta, con demandas en los países de mayor poder adquisitivo de Europa, que nos están exigiendo una máxima calidad en lo que se consumen y esto es una oportunidad para la Argentina».
Domínguez remarcó la decisión oficial de trabajar por «la argentina del trabajo, de la producción y de la inversión y en la confianza en nuestra propias capacidades» y trazó el desafío para que «en el año 2022 certifiquemos nuestras buenas prácticas agrobioindustriales» y para que «entablemos una agenda de inserción internacional que dé cuenta de la sostenibilidad de nuestro sistema productivo».
«Estoy acá en Tandil para decirles que desde el gobierno nacional queremos que éste sea el sello por el cual empezamos a ingresar en mercados exigentes. Esto lo he hablado con el Canciller para definir la agenda de inserción internacional», indicó.
En Tandil, el ministro nacional recibió de manos de Pablo Cagnoli una distinción por haber otorgado la denominación de origen al «Salame de Tandil» (DOT) y luego encabezó un conversatorio técnico sobre la iniciativa, donde expuso sobre la experiencia con este proceso de certificación para el salame y donde, además, planteó la decisión del gobierno nacional de profundizar esta política que ya cuenta con hoy en día con 8 productos regionales argentinos certificados. Además del Salame de Tandil, están el chivito criollo del norte de Neuquén, el Melón de Media Agua sanjuanino, el Cordero patagónico, el Salame de Caroya, la Yerba mate argentina, los Alcauciles platenses y el Dulce de membrillo rubio de San Juan.
En ese marco, el titular de la cartera agropecuaria entregó al Consejo de la Denominación de Origen del Salame de Tandil una plaqueta recordatoria en conmemoración a los 10 años de haber obtenido la certificación nacional.
Luego, Julián Domínguez mantuvo un encuentro con productores locales nucleados en la Asociación Civil de Productores Porcinos de Tandil donde se acordó trabajar en conjunto para mejorar la infraestructura y contribuir con el acceso a nuevo equipamiento y a nuevas tecnologías que permitan mejorar su eficiencia productiva y económica y una mejor disposición de los residuos generados en las granjas.
Contó con la participación de los productores Claudio Candia y Federico Juana, representantes de la Asociación de Productores Porcinos de Tandil.
Buenos Aires, 8 de noviembre de 2021