La competitividad multidimensional de las Economías Regionales creció 1,7 interanual, pero su desempeño económico continúa en retroceso. El Índice de Competitividad de CONINAGRO creció 1,7% interanual, recuperando parte del terreno cedido durante 2018 y 2019.
El incremento de la competitividad de las economías regionales radicó en el crecimiento de 4 de las 7 dimensiones que componen el índice. Durante el primer semestre de 2020, el sector agropecuario se desenvolvió en mejores condiciones climáticas que permitieron que la dimensión de Recursos Naturales mejorara 8,6% respecto a igual período de 2019.
El Desempeño Económico de las economías regionales no logró escapar de la magra dinámica. En la primera parte de 2020 el desempeño de las economías regionales se contrajo 1,4% i.a. debido al fuerte rezago que experimentó el precio pagado a los productores frente a la inflación y a la caída del consumo interno.
La dimensión de Entorno Macroeconómico e Institucional fue la que mayor retracción exhibió (-12,1% i.a.), producto de la parálisis de la actividad económica que llegó a registrar en el segundo trimestre de 2020 la mayor caída del último siglo (PBI -19,1% i.a.).
En este contexto, las características de la dotación de mano de obra con la que cuentan las economías regionales (dimensión Población) empeoraron, las mismas contaron con mano de obra más pobre, con menor cobertura médica y sin mejoras en su nivel educativo, lo que termina por afectar la productividad de las mismas y la competitividad del sector en el largo plazo.
El área de Economía de Coninagro señaló que «luego del primer semestre del año, el clima pasó de bueno a situación de sequía en gran parte del país, en tanto que la baja de derechos de exportación en marzo sigue sin resolver los problemas de compras en el exterior, así como los problemas de incertidumbre en la compra de insumos hacia adelante».
Buenos Aires, 1 de noviembre de 2020