El consumidor cumple con el pago de casi $ 73 en las góndolas de los supermercados, o comercios minoritas, por un litro de leche procesada: dicho monto es cuatro veces el valor que recibe el tambo por la materia prima.
El consumidor pagó durante mayo pasado por los alimentos que llevó a sus hogares casi cinco veces el valor que recibió el productor en su campo por la materia prima. Este detalle fue consignado en el último informe mensual de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).
Según el Índice de Precios en Origen y Destino (IPOD) elaborado por la entidad, en este caso en mayo de 2020, explicó que el precio promedio por el litro de leche pagado al tambo fue de $ 18 mientras que el litro de leche ya procesada por las industrias exhibió un valor de $ 72,80 en las góndolas.
Así la diferencia entre el precio que paga el consumidor es de cuatro veces el monto que recibe el productor en la tranquera.
Sobre la diferencia que exhibe el precio final pagado por la población, tal como lo admiten desde la entidad mercantil y productiva, pesa los costos adicionales que suelen recargar el precio que pagan los consumidores, como son cuestiones relacionados a la estacionalidad, almacenamiento, cadenas de frío, y también el transporte y presentación de la mercadería.
En mayo pasado, y por tercer mes consecutivo, ninguno de los productos relevados por la entidad tuvo una brecha de dos dígitos. Sin embargo, tal como sucedió también en abril del presente año, la mayor brecha se detectó en el caso del zapallito, donde el precio que se pagó en las góndolas se multiplicó 8,6 veces desde que salió del campo. De igual forma sucedió con otros productos como la naranja (8,1 veces), el limón (7,6 veces), y la pera (7,4 veces).
Para el caso del IPOD ganadero, este ítem subió 1,9% (a 3,8 veces) y se ubicó 6,8% arriba del mismo mes de 2019. La participación del productor en el precio final subió a 26,8%, mejorando 10,3% en relación a abril.
Buenos Aires, 15 de junio de 2020