El consumo aparente de carne bovina se recuperó en marzo, alcanzando los 48,6 kg por habitante por año. Esto representa una mejora de 6,8% respecto al mes anterior, y de 2,2% respecto a marzo de 2020.

Así lo expresó el último informe de la Cámara Argentina de Matarifes y Abastecedores (CAMYA), donde se indicó además que «este aumento, no obstante, no llega a compensar los malos resultados de enero y febrero, por lo que el consumo cerró el primer trimestre con una baja del 9,1% interanual».

Sergio Pedace, vicepresidente de la entidad, aseguró que «la realidad indica que el consumo anual de la población no son más de 50 kilos. En el Mercado de Liniers hay mucha vaca y poco consumo especial. Con categorías puntuales con un precio más elevado del nivel general».

«Doña Rosa no tiene plata, y cae el consumo. El último informe ofrece un resultado de 48 kilos, con una tendencia de baja sobre lo que se consume de carne anualmente por persona. Por ello, si hace falta carne especial, no se va a conseguir. Para los carniceros, cayó la rentabilidad de vender carne y buscan otros productos para sumar en sus negocios y locales», expresó Pedace.

La cámara de Matarifes refirió los datos aportados por el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna (IPCVA), con los precios pagados en los mostradores de las carnicerías a Mayo 21: allí se indicó que los precios de los diferentes cortes se incrementaron entre un 2% y 4%.

Sin embargo, la Picada Común trepó su valor en un 7%, con un valor de 358 pesos pagados en abril pasado.

Buenos Aires, 12 de mayo de 2021