
El consumo de leche anual por habitante asciende a 179 litros, cifra que exhibe una merma del 5,8% respecto a octubre de 2018 y presenta el mismo nivel de gasto per cápita del 2003.
Según explicó el Observatorio de la Cadena Láctea (OCLA) en su último informe, «la caída del consumo además de ser cuantitativa, es de tipo cualitativa ya que los productos de mayor valor agregado y/o unitario son los que presentan mayor caída porcentual de consumo: yogures, postres, leches saborizadas, leches no refrigeradas, quesos procesados, untables y leches en polvo descremadas».
Desde la entidad también se refirió que «se mantiene más o menos estable el consumo de productos básicos, como leches refrigeradas, quesos cremosos, semiduros, crema y dulce de leche, y la leche en polvo entera presenta el único valor positivo del portfolio de productos».
Por otro lado el nivel de consumo de Argentina, a pesar de la baja actual, sigue siendo uno de los más altos de América Latina junto a Uruguay y además es de remarcar el nivel de persistencia del consumo de Argentina a pesar del grado de deterioro de los salarios reales, en los meses previos.
Buenos Aires, 31 de diciembre de 2019