La Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA) expresó que la participación del Estado en la renta agrícola trepó al 64,9% al cierre del primer trimestre de 2022, porcentaje que creció en 1,7 puntos porcentuales respecto a los niveles registrados a diciembre de 2021.
«¿Qué significa? Que por cada $100 de renta que genera una hectárea, $64,90 se va en impuestos», explicó Nicolle Pisani Claro, economista de FADA.
«Aún con la importante suba de precios, pesaron más los menores rindes esperados como consecuencia de la sequía, los mayores costos de producción y el atraso del dólar oficial respecto a la inflación, por esto la suba del índice en relación al índice pasado”, completa Pisani Claro.
El informe también analiza los cultivos uno por uno y muestra que la participación del Estado en la soja es del 69,9%, maíz 56,1%, trigo 58,5% y girasol 56,2%.
Análisis mercado de fertilizantes e insumos
En el informe realizado por FADA, se indicó que «si bien en los últimos 12 meses los aumentos de costos de los fitosanitarios han sido extraordinarios, con productos que subieron 50% y 60%, y los glifosatos entre 140% y 180% en dólares, el tema que más preocupa son los fertilizantes. El precio de la UREA se incrementó 170% y PDA 155% en los últimos 15 meses en dólares».
Más allá del precio, inquieta el posible desabastecimiento de fertilizantes por la guerra de Rusia y Ucrania. La agricultura es muy dependiente de las importaciones de fertilizantes. Esto genera alguna preocupación para la siembra de trigo, que comienza en pocos meses, y la siembra de maíz que comienza a partir de septiembre. Si bien todos los cultivos requieren fertilizantes, estos son los dos que más demandan”, advierte Ariño. En 2020, Argentina importó el 61% de la oferta doméstica de fertilizantes nitrogenados y el 79% de los fosfatados.
Si bien sólo el 15% de las importaciones de nitrogenados proviene directamente de Rusia, hay varias complicaciones extra. Por un lado, Rusia es exportadora de insumos para producir distintos tipos de fertilizantes en otros países, lo que podría impactar en el suministro de esos otros países.
El costo de la UREA tiene como uno de sus principales costos el gas, cuyo precio internacional ha subido sustancialmente y también hay dudas por el abastecimiento. Por último, ante el problema mundial de abastecimiento de fertilizantes, otros países han restringido exportaciones para garantizar la demanda doméstica.
“La combinación de estos factores genera temores a lo largo de la cadena agroindustrial sobre la provisión de fertilizantes a nivel global, pero del lado interno el Banco Central también deberá garantizar los dólares para estas importaciones que costarán más del doble que hace un año. Esto no debería ser problema teniendo en cuenta el nivel de dólares que genera el campo argentino, pero el cepo importador es fuerte”, explica Nicollle Pisani Claro, economista de FADA.
Buenos Aires, 23 de marzo de 2022