La última semana dejó bajas para los precios de la soja en Chicago provocadas por las lluvias caídas en la Argentina y por el inicio de la recolección de una cosecha que se prevé récord en Brasil.
Para el maíz, en cambio, el segmento concluyó con ligeras subas como consecuencia de la falta de humedad en el sur de Brasil y por buenas ventas semanales. Esto último también favoreció al mercado de trigo, cuyas cotizaciones terminaron este período comercial con altibajos.
En el mercado local lo más importante fueron las lluvias, que trajeron algo de alivio para una situación que sigue siendo preocupante.
Los precios del maíz argentino cerraron la semana sin cambios, dado que los exportadores mantuvieron sus propuestas en 255 dólares por tonelada para la zona del Gran Rosario y en 260 dólares para los puertos de Bahía Blanca y de Necochea.
Para el viernes el FAS teórico del maíz fue calculado por Agricultura en $ 46.869, mientras que para el inicio de la semana comercial fue fijado en $ 46.959. El valor FOB del maíz en los puertos argentinos pasó de 314 a 310 dólares por tonelada.
El balance semanal fue negativo para los precios del maíz en el Matba Rofex, donde los ajustes de las posiciones febrero y abril perdieron un 1,32 y un 1,89%, tras variar de 265 a 261,50 y de 265 a 260 dólares por tonelada.
En su informe semanal sobre carga de buques programada para el período del 18 de enero al 21 de febrero, la BCR marcó que deben salir del Gran Rosario 364.650 toneladas de maíz; desde Bahía Blanca, 97.800 toneladas; desde Necochea, 27.979 toneladas, y desde otros puertos, 11.786 toneladas.
Acerca de los cultivos, el jueves la BCBA ajustó de 50 a 44,50 millones de toneladas su proyección sobre el volumen de la cosecha 2022/2023 de maíz en la Argentina y relevó el progreso de la siembra sobre el 88,6% de los 7,1 millones de hectáreas previstos. En la valoración de las plantas mantuvo en el 53% la proporción excelente/normal, debajo del 63% de igual momento de 2022. Además elevó del 40 al 43% la porción de suelos bajo condición hídrica óptima/adecuada, frente al 55% vigente un año atrás. «Gran parte de las hectáreas que aún restan por sembrar se ubican en las regiones NOA y NEA, donde las labores se pueden extender hasta los primeros días de febrero. En paralelo, el déficit hídrico se prolonga en el este del área agrícola, coincidiendo con el período de definición de rendimiento de los cuadros tempranos del cereal. De continuar estas condiciones en lo que resta de enero, los rindes podrían disminuir todavía más», indicó la entidad.
Al igual que la soja, tras el feriado del lunes, el maíz subió el martes y luego hilvanó tres ruedas bajistas. Sin embargo, a diferencia de la oleaginosa, los precios del cereal lograron terminar la semana casi sin variantes o, más bien, con ligeras subas en Chicago. En efecto, las posiciones marzo y mayo sumaron un 0,18 y un 0,11%, luego de pasar de 265,74 a 266,23 y de 265,24 a 265,54 dólares por tonelada.
Entre los factores que atenuaron la influencia bajista aportada por las lluvias sobre la Argentina, sobre las que se amplió la información en el espacio de la soja, destacamos lo siguiente:
- Buenas exportaciones semanales
En su reporte de ventas externas, el viernes el USDA reportó negocios por 1.132.100 toneladas de maíz, por encima de las 255.700 toneladas del informe precedente y del rango previsto por los operadores, de entre 250.000 y 800.000 toneladas. Japón, con 340.000 toneladas, fue el principal comprador. Si bien este informe debe ser sucedido por un programa consistente de ventas, el nuevo dato aportó optimismo a un mercado que tenía como referencia de la mala performance de las ventas estadounidenses la reducción de 52,71 a 48,90 millones de toneladas en la expectativa de exportaciones 22/23 del USDA.
- Segunda semana con buenos datos desde la industria del etanol
El informe semanal de la Administración de Información sobre Energía de Estados Unidos dejó el jueves nuevo datos positivos. En efecto, el organismo elevó de 943.000 a 1.008.000 barriles la producción diaria de etanol, un volumen que igualmente quedó debajo de los 1.053.000 barriles de igual momento de 2022. Además, redujo de 23.800.000 a 23.400.000 barriles las existencias del biocombustible, una cifra que luego de mucho tiempo queda abajo de los 23.592.000 millones de barriles de igual momento del año pasado.
- La persistente falta de humedad en Rio Grande do Sul
También aportó sostén a los precios la prolongada falta de humedad que afecta suelos y cultivos en Rio Grande do Sul, un Estado clave para la primera cosecha del cereal brasileño. Al respecto, según el presidente de Fecoagro/RS, Paulo Pires, la región de Missões, en el oeste, cerca de la frontera con Misiones, en la Argentina, es la que más sufre la sequía, mientras que otras se desarrollan mejor. En la encuesta hecha a las cooperativas, las pérdidas en cultivos de maíz para la primera cosecha oscilan entre 20 y el 80 por ciento.
Y además de las lluvias en la Argentina, otro factor que mantiene su presión sobre el mercado es:
- La fuerte competencia de Brasil en el mercado de exportación
Luego de un 2022 con ventas récord, con 43,36 millones de toneladas. La Asociación Nacional de Exportadores de Cereales elevó esta semana de 5,02 a 5,18 millones de toneladas su previsión sobre las exportaciones de maíz brasileño durante enero, un volumen inferior a los 7,29 millones de diciembre, pero muy superior a los 2,22 millones comercializados durante el primer mes de 2022. El agravante para esta disputa es que, luego de remover todas las barreras que restringían el comercio, desde fines de 2022 Brasil se está volviendo un proveedor sostenido de China. En efecto en diciembre despachó hacia ese destino algo más de 1 millón de toneladas de maíz y se prevé que durante enero salga un volumen similar hacia puertos chinos.
Buenos Aires, 22 de enero de 2023