China y Estados Unidos volvieron a mantener chispazos en materia comercial en una semana que concluyó con una baja del 1,4% para el caso del maíz en Chicago en medio de la pandemia. En el mercado doméstico hubo pocos cambios para los precios de los granos.
En el mercado local de maíz disponible hubo estabilidad para las ofertas hechas por los exportadores para Bahía Blanca, con 130 dólares por tonelada. El mismo valor fue ofertado desde el miércoles para Necochea, mientras que para el Gran Rosario las propuestas de los compradores retrocedieron de 125 a 120 dólares por tonelada, según lo indicó el último informe de la consultora Granar.
Para el viernes el FAS teórico del maíz fue calculado por Agricultura en $ 7777, mientras que para el inicio de la nueva semana fue fijado en 7787 pesos. Tras una semana sin relevamiento de ofertas, la BCBA informó que durante el segmento comercial que aquí reseñamos las propuestas de los consumos oscilaron de 8250 a 8500 pesos por tonelada, según calidad, condición, procedencia y forma de pago. El valor FOB del maíz en los puertos argentinos bajó de 147 a 146 dólares por tonelada, según lo publicado por Agricultura.
Levemente bajista resultó el balance semanal para los precios del maíz en el Matba Rofex, donde los ajustes de las posiciones julio y septiembre descendieron de 119,70 a 118,50 y de 122 a 121 dólares por tonelada.
En su informe semanal sobre carga de buques programada, la BCR indicó que entre el 13 de mayo y el 17 de junio deben salir desde el Gran Rosario 1.403.757 toneladas de maíz; desde Bahía Blanca, 677.699 toneladas; desde Necochea, 59.781 toneladas, y desde otros puertos, 56.975 toneladas.
En cuanto a los cultivos, el jueves la BCBA relevó el avance de la cosecha de maíz para grano comercial sobre el 40% del área apta, tras un progreso semanal de 1,8 puntos, que bastó para mantener un adelanto interanual de 6 puntos. “Durante la última semana se inició la recolección de los primeros cuadros tardíos y de segunda ocupación. Gran parte de los avances se registraron en las provincias de Buenos Aires, Córdoba y de La Pampa. El rinde medio nacional a la fecha se ubica en 91,8 quintales por hectárea, luego de cosecharse cerca de 2,5 millones de hectáreas. Bajo este escenario, mantenemos la proyección de producción en 50 millones de toneladas”, dijo la entidad.
En su informe mensual, el martes el USDA mantuvo su previsión de cosecha argentina de maíz en 50 millones de toneladas, pero elevó de 33,50 a 34 millones el volumen de las exportaciones. Acerca del ciclo 2020/2021, proyectó la producción en 50 millones de toneladas y las ventas externas, en 34 millones.
Los precios del maíz cerraron la semana casi sin cambios en la Bolsa de Chicago. En efecto, la posición julio quedó sin variantes, con un ajuste de 125,68 dólares por tonelada, mientras que el contrato septiembre resignó un 0,54%, al pasar de 127,85 a 127,16 dólares por tonelada. El nivel deprimido de sus cotizaciones fue la mejor explicación para la relativa estabilidad semanal, que si bien podría atribuirse al hecho de que el USDA proyectó un volumen de existencias finales 2020/2021 inferior al calculado por el mercado, no resultaría muy lógico evaluar como algo “positivo” un stock de 84,28 millones de toneladas, un 58,12% superior al del ciclo precedente.
En el detalle del informe mensual, el USDA ajustó de 347,78 a 347,05 millones de toneladas el volumen de la cosecha 2019/2020; elevó de 144,15 a 144,79 millones el uso forrajero, pero redujo de 308,37 a 306,21 millones el uso total, por otro recorte en el uso para etanol, de 128,28 a 125,73 millones. Las exportaciones fueron elevadas de 43,82 a 45,09 millones y las existencias finales fueron levemente elevadas, de 53,15 a 53,30 millones, por lo que quedaron debajo de los 57,86 millones calculados por los privados.
Y respecto del ciclo 2020/2021, el USDA proyectó la cosecha estadounidense en 406,29 millones de toneladas, por encima de los 347,05 millones del ciclo precedente y de los 400,04 millones previstos, en promedio, por los privados. El organismo estimó la superficie sembrada en 39,25 millones de hectáreas y el área que será cosechada en 36,26 millones, frente a los 36,30 y a los 32,98 millones de hectáreas de la campaña anterior. El rinde promedio lo calculó en 112,04 quintales por hectárea, contra los 105,45 quintales de la campaña precedente y los 111,53 quintales estimados por los operadores.
En cuanto al resto de las variables comerciales, estimó el uso forrajero en 153,68 millones de toneladas y el uso total en 321,33 millones, con un uso para etanol proyectado en 132,09 millones. Las exportaciones fueron previstas en 54,61 millones, unos 9,52 millones por encima de las ventas 2019/2020, y las existencias finales del nuevo ciclo fueron calculadas por el USDA en 84,29 millones de toneladas, debajo de los 86,62 millones estimados por los privados.
En cuanto al uso para etanol, en medio de la crisis que atraviesa el sector por el derrumbe del consumo de combustibles tras las medidas tomadas para intentar contener la pandemia de coronavirus, vale agregar que los 132,09 millones de toneladas proyectados por el USDA representan el 32,5% del volumen de la cosecha, contra el 36,2% del ciclo 2019/2020 (125,73 millones, de 347,05 millones). En la campaña 2018/2019 la relación fue del 37,5% (136,61 de 364,25); en la 2017/2018, del 38,4% (142,37 de 371,08), y en la 2016/2017, del 35,9% (137,98 de 384,77). Quizás estas cifras ayuden a comprender mejor el peso específico de la demanda de la industria del biocombustible.
El repunte muy parcial del valor del petróleo descomprime mínimamente la situación de la industria, que igualmente deberá esperar por una normalización en la demanda de combustibles, poco probable en el corto plazo mientras el Estado de Nueva York prolonga la cuarentena hasta el 28 del actual, medida que probablemente tomen otros puntos del país. Además, restará ver si las refinerías continúan con sus pedidos a la Agencia de Protección Ambiental estadounidense para ser eximidas de la obligatoriedad del corte con etanol o biodiésel, cuestión que antes de la llegada de la pandemia ya “enfermaba” al sector de los biocombustibles estadounidenses.
Y en cuanto a los cultivos, que es otro factor de presión bajista por el rápido avance de las siembras, el lunes el USDA relevó el progreso de la implantación de maíz sobre el 67% del área prevista, por delante del 51% de la semana pasada; del 28% de 2019 para la misma fecha, y del 56% promedio de los últimos cuatro ciclos comerciales. El dato oficial quedó por debajo del 71% previsto en promedio por los privados. En Iowa e Illinois, los principales Estados productores de maíz, las siembras progresaron desde el 78 y el 56% de la semana pasada al 91 y al 68%, frente al 45 y al 11% de igual fecha del año pasado y ante el 66 y el 66% promedio, respectivamente. Además, el organismo indicó que emergió el 24% de las plantas, frente al 8% de la semana pasada; al 9% de igual momento del año pasado, y al 22% promedio de las últimas cuatro campañas. El viernes los operadores estimaron un avance de las tareas sobre el 80% de la superficie pronosticada.
Respecto del clima, para la nueva semana se pronosticaron temperaturas por encima de los registros usuales para buena parte de las zonas agrícolas del Medio Oeste de los Estados Unidos, mientras que las lluvias se ubicarían debajo de las marcas consideradas normales. De registrarse este cuadro, y pese a que los suelos hasta el momento están mayormente con buenas reservas, podría dar lugar a la acción de los especuladores e inaugurar el tiempo del “mercado climático”, con algún repunte en los valores. La realidad marca que las condiciones secas deberían mantenerse por más de una semana para poder dar lugar a la preocupación agronómica, pero esa no es una materia que a los fondos de inversión los ocupe en este período del mercado, donde los cambios de tendencia suelen ser súbitos.
Mejor que en semanas anteriores, pero aún lejos de las necesidades. Así podría resumirse el informe semanal sobre las exportaciones estadounidenses publicado el jueves. Según el USDA, las ventas 2019/2020 sumaron 1.073.200 toneladas y si bien superaron las 774.600 toneladas del reporte anterior, quedaron a mitad de camino en cuanto al rango previsto por el mercado, que fue de 800.000 a 1.500.000 toneladas. Los negocios 2020/2021 fueron relevados en 554.400 toneladas, por encima de las magras 97.500 toneladas de la semana pasada y dentro del rango calculado los privados, de entre 300.000 y 600.000 toneladas.
Buenos Aires, 17 de mayo de 2020