En la localidad de Eldroth, en el Reino Unido, tamberos como la familia Robinson llevan adelante el desarrollo de una granja lechera, y ahora comenzaron a producir su propio helado con la materia prima que obtienen de sus vacas.

Los que llevan adelante este proyecto son Fiona y Gary, con su familia, quienes apostaron a «agregar otro ingreso para el tambo, al tiempo que se aprovecha al máximo la leche de alta calidad que producimos», explicaron.

Para los tamberos británicos, con la pandemia y la situación mundial del mercado lácteo, «continúa la presión sobre los precios», hecho que motiva a los productores lecheros del Reino Unido a «expandirse o diversificar» su actividad.

Según indicó el portal Craven Herald, los Robinson están «orgullosos» de sus vacas, criadas en sus granjas, y con varias generaciones pastando en sus prados. Aseguraron que «el helado es una oportunidad para capitalizar y promover estas cosas, al mismo tiempo que crea un alimento fabuloso «.

El proyecto comenzó a pensarse hace unos años: cuando comenzaron a investigar y tomar notas de recetas. En 2019, construyeron instalaciones para la producción de helados. 

Ubicados en el Distrito Craven, obtuvieron el estatus oficialmente de lechería y allí nacieron los helados Bouncing Cows Ice Cream. 

La leche aquí es pasteurizada, y se elabora un helado con frutillas reales, vainillas y también grosellas y mentas que se cultivan en un prado cercano a las vacas. Así se conforman los sabores esenciales de sus helados. El negocio propuesto se plantea como un mayor desafìo para forzar su despegue en plena pandemia.

El helado Bouncing Cows ahora está disponible en varias empresas locales, incluidas las tiendas Cross Leigh en Austwick, The Courtyard Dairy y Dalesbridge Camping Center.

Buenos Aires, 18 de octubre de 2020