En el norte de España, como en muchos lugares del mundo, la producción de leche de vaca crece y aumentan también las dificultades para consolidar el desarrollo de una actividad en la cual pesa la falta de transformación de los tambos y la creación de productos con valor agregado para mejorar la eficiencia de los tambos.

De esto da cuenta una nota publicada por La Voz de Galicia, que acompaña la firma de José María Palacios. Como en cualquier mercado, la opción de producir, por caso, yogures es una ida siempre presente en el sector lácteo. Muchos –en el caso de España- apuestan a invertir en la obtención de envases que llamen la atención al consumidor en las góndolas.

Un yogur en formato familiar -en envases de un litro, un peso ocho veces superior al de los que habitualmente se encuentran en las góndolas- es lo que preparan algunas marcas en España para ganar nuevas ventas.

Esto para muchos es fruto de la observación de los nuevos hábitos que muestra el consumidor. Allí se reconoce que hay demanda, y es un producto que es pedido en los comercios.

Muchas son las industrias que asumen esto como una carrera contra el tiempo:

Clesa, por ejemplo, ha iniciado el proceso, y ya dispone de personal que trabaja con los planos del proyecto. Cómo colocar las líneas de envasado en las instalaciones que la compañía tiene en Caldas de Reis, en Galicia. Su proyecto lleva aparejada una inversión prevista de 6 millones de euros, y constituye una de las estrategias incluidas en la campaña 2021-2022.

Si la elaboración del yogur y su presentación en un envase de hasta un kilo de peso marca una nueva etapa, será ya la segunda por la que pasa en los últimos años la firma Clesa. El primer gran cambio vino en el 2012, cuando las instalaciones cambiaron de propietario y pasaron a manos de un grupo conformado por once cooperativas.

Tres de sus empresas (Feiraco, Melisanto y Os Irmandiños) se unieron después y crearon Clun, y dos (Cogasar, de Sarria, y Agris, de Friol) forman parte ahora de Aira.

La evolución seguida en la fabricación de yogur desde aquella compra marca una línea ascendente.

En el 2012, apenas se llegó a los dos millones; en el 2016 se alcanzaron los 27 millones, y se prevé cerrar este año con 41 millones de kilos envasados, según las estimaciones de la propia compañía. Toda la leche que utilizan allí es gallega, es decir viene de los campos más próximos a la usina.

Buenos Aires, 29 de abril de 2021