Desde la semana pasada, las condiciones del mercado en Gran Bretaña han cambiado diariamente a medida que se imponen nuevas retricciones a nuestra vida, y el gobierno trabaja para apoyar la economía. Las organizaciones de la industria láctea han tenido que adaptarse rápidamente a nuevas formas de trabajo y a nuevos desafíos, casi a diario.

Estos conceptos fueron vertidos por Patty Clayton, en una nota publicada en el portal británico AHDB Dairy, donde se plantea la situación respecto a la demanda doméstica en Gran Bretaña, y de las cadenas de suministro de alimentos, y lácteos.

Demanda domestica

Se informa que la recolección de leche continúa de manera normal, con procesadores que brindan pautas actualizadas para garantizar la seguridad tanto de los conductores de los camiones tanques como de los productores en las granjas. Mientras nos acercamos al pico en el ciclo de producción de leche, la capacidad no parece ser un problema, salvo que se generen interrupciones.

La demanda minorista se ha mantenido elevada para la leche fresca y los productos lácteos clave como el queso, la manteca y los quesos para untar. En respuesta, los minoristas y los fabricantes han simplificado las ofertas de productos para ayudar a aliviar la presión sobre el rendimiento. También hay informes de que algunos de los volúmenes vendidos anteriormente a través del servicio de alimentos se han desviado a los canales minoristas, lo que ayuda a aliviar algunas presiones de flujo de caja.

Patty Clayton

La mayor preocupación para aquellos fabricantes que abastecen a los mercados minoristas o industriales, donde la demanda se mantiene en niveles superiores a los normales, es la continuidad del suministro. Cualquier necesidad generalizada de autoaislamiento del personal podría tener serias implicaciones. Podría afectar seriamente la capacidad de una línea de procesamiento para industrializar leche. Las redes de transporte entre el tambo, la fábrica y el minorista también se verían interrumpidas sin acceso a conductores calificados.

Comercio y cadena de suministro

Las exportaciones parecen estar relativamente poco afectadas, aunque surgieron algunos problemas aquí y allá. Los controles fronterizos dentro de la Unión Europea ralentizaron las entregas, la preocupación por la cuarentena limitaba la disponibilidad de los conductores y las dificultades para acceder a contenedores refrigerados para envíos al extranjero.

Estas cuestiones también fueron referidas en un informe del Observatorio de la Cadena Láctea Argentina, que siguió la evolución del caso Gran Bretaña.

Según el artículo de AHDB Dairy, hay informes de que la acumulación de barcos en los puertos chinos está disminuyendo a medida que las restricciones se están levantando gradualmente. Esto debería reducir la presión sobre la disponibilidad de contenedores en el futuro. Para ayudar al transporte sin problemas del producto se incluye la introducción de carriles de transporte «verdes» en el continente y la relajación de los límites de horas de trabajo del conductor, tanto aquí como en la Unión Europea.

En general

Si bien estamos comenzando a ver que las cadenas de suministro se adaptan para garantizar que los alimentos se sigan produciendo y entregando a los consumidores, sigue habiendo una gran incertidumbre. Los compradores dudan en comprometerse, sin saber cuál será la demanda futura: qué productos se necesitarán, dónde se comprarán y en qué niveles. Mientras tanto, los procesadores de lácteos no tienen tendencias históricas que los guíen en qué o cuánto producto fabricar.

Quedan muchas incertidumbres, y en el corto plazo es probable que causen un alto grado de volatilidad en los mercados.

Buenos Aires, 27 de marzo de 2020