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España: La ley marca diferencias entre el queso fundido y para fundir

España: La ley marca diferencias entre el queso fundido y para fundir

España muestra a las claras la necesidad del sector lácteo de no salterarse las normas: la ley española es muy clara al establecer cuales son las carácterísticas del queso fundido y el queso para findur. 

Aunque este tipo de productos sirven para lo mismo, la composición del producto cómo debe llamarse y rotularse en los embases cada producto en cada momento. Aquí tenemos a continuación una excelente nota publicada por periódido El País de Madrid. Aquí la nota completa en pocos medios de Argentina podemos encontrar una información tan detallada.

No son lácteos con cosas

El queso fundido no es queso para fundir, aunque pueda en ocasiones tener esa finalidad. Es, como indica la Ley española (AQUI) , «el producto obtenido por molturación, mezcla, fusión y emulsión, de una o más variedades de queso con o sin adición de leche, productos lácteos y otros productos alimenticios».

El contenido en queso tiene que ser, al menos, el 50% de las materias primas. Si no, serán lácteos con cosas.

Además, si el paquete indica que es queso fundido procedente de una variedad determinada, el queso de la citada variedad deberá representar como mínimo el 75% de la mezcla de quesos utilizados en la elaboración del producto. El 25% restante debe ser de una variedad o variedades similares. En caso de señalarse distintas variedades, tendrán que constituir al menos el 50% de las materias primas. Ninguna de ellas podrá representar un porcentaje inferior al 10 por ciento de las materias primas.

Para su elaboración se trituran trozos de queso real y se añaden salen fundentes, normalmente, ácido fosfórico o fosfatos. También se le puede echar sal, especias, condimentos, colorantes y edulcorantes. Una vez hecha la mezcla de ingredientes, se calienta, sin dejar de removerla, hasta lograr una masa emulsionada. El producto resultante puede servir para derretir, gratinar, untar o para comer en formato sólido. Todo dependerá de las características iniciales del queso o quesos elegidos, de las sales fundentes y de cómo se realice el proceso de mezcla (temperatura, velocidad y tiempo).

Lee bien la etiqueta

El paraguas bajo el que se amparan los quesos fundidos es amplio. Va desde el queso en fetas para derretir sobre la hamburguesa a los clásicos quesitos de forma triangular o algunos preparados rallados para gratinar. Todos son perfectamente legales y no suponen un riesgo para la salud. Pero el fabricante, debe dejar claro al consumidor que se trata de «queso fundido», tal como marca la ley en su punto 6. Luego, si así lo considera, puede añadir la definición «para untar» o «para extender», siempre que el extracto seco total sea como mínimo del 30%.

Esta información puede ser poco clara. Sin embargo, hay que olvidar la denominación comercial del producto y ver lo importante de la información: el listado de ingredientes. Ahí debe especificar su contenido. También dará información acerca de la fecha de consumo preferente.

Por cierto, en otros países lo encontrará como «queso procesado» (processed cheese) o «queso manufacturado».

Entonces, ¿qué llevan?

Si siempre es recomendable leer la etiqueta, con los quesos fundidos con más razón ya que su composición puede variar mucho. Como norma general, tenga presente que tienen una elevada densidad energética. Un queso fundido extragraso con más del 60% de materia grasa aporta 325 calorías y 31,2 gramos de grasa por cada 100 gramos del producto. El queso para untar, por término medio, proporciona 361 calorías y 34,2 gramos de grasas.

Otro punto a tener en cuenta es que suelen contar con mucha sal: el contenido en sodio puede alcanzar los 935 mg, como en el caso de algunos quesos fundidos en porciones.

Busque en la etiqueta, lo normal es encontrar un contenido cercano a los 2,3 gramos de sal. Esta cantidad está próxima a ser peligrosa, cercana a la mitad del máximo consumo recomendado para adultos sanos (que es de 2.000 mg por día, es decir unos 5 gramos de sal). Si se está cerca de la hipertensión, hay que evitar este producto.

Buenos Aires, 24 de febrero de 2020

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