La escasez de dólares por la que atraviesa Argentina y las amenazas de imponer un cepo más rígido lanzó una nueva alerta a todo el mercado de los fertilizantes, insumos dolarizados y vitales para promover el desarrollo de la futura cosecha de granos y cultivos.
El tema fue tratado durante una jornada virtual organizada por la Asociación de la Cadena de la Soja (ACSOJA), donde disertaron Amando Allinghi (Cámara de la Industria Argentina de Fertilizantes y Agroquímicos – CIAFA) y Federico Landgraf (Cámara Argentina de Sanidad y Fertilizantes – CASAFE).
La alarma se disparó en el campo a partir de saber que el 80% del volumen de fertilizantes que se comercializa en la Argentina es importando. Durante el 2021, se emplearon unas 4,4 millones de toneladas, lo que significaron importaciones por más de u$s 2.000 millones.
«Para poder traer 4,4 millones de toneladas como el año pasado, necesitamos u$s 3.200 millones», advirtió Allinghi. Es decir, u$s 1.000 millones más, de nuevo, en medio de un contexto de falta de dólares, aunque el agro, que es el sector que necesita los fertilizantes, está haciendo un aporte récord de divisas.
En el caso de los fitosanitarios, Landgraf planteo la situación que mueve este mercado frente a las restricciones internacionales que provocaron, desde 2021, la falta de disponibilidad de insumos a nivel global. Allí mencionó los problemas de logística (donde refirió que según el Índice Mundial de Contenedores, el precio del flete marítimo aumentó más de 4 veces entre julio 2020 y julio 2021); y a los que también se le suman complicaciones con la energía y la escasez de materias primas.
El referente de CASAFE expresó ademas que con la crisis energética en China hubo afectación para fábricas de fósforo amarillo que es la materia prima del glifosato, cuyo precio aumentó fuerte durante el 2021.
Landgraf también mencionó las implicaciones que tienen las restricciones locales a la importación, a partir de la vigencia de la Circular 7030 del Banco Central, que más que estrechó la operatoria compras externas desde el 2020. Esto se debe a las restricciones que se imponen a la importación a través del acceso al Mercado Único y Libre de Cambios (MULC). Muchas grandes empresas quedaron fuera del sistema.
El Sistema Integral de Monitoreo de Importaciones y las LNA (Licencias No Automáticas) también contribuyeron para imponer trabas comerciales. «Nuestro rubro trabaja con mucha financiación de los proveedores internacionales y por eso pudimos aguantar», alertó el especialista.
«Los insumos fitosanitarios son un eslabón estratégico y clave para la producción agrícola. Su uso y aplicación significan la generación de más y mejores cereales, oleaginosas, productos, productos de las economías regionales, en una cadena agroindustrial que es 2021 ingresó al país 50.000 millones de dólares», relató Landgraf.