Marcela Evans y Alejandra Achur, psicólogas del equipo Tambo en Equipo, dan cuenta de la necesidad de ofrecer «respuestas transformadoras» dentro de la actividad vinculada a la producción láctea en tiempo de pandemia, los cuales se presentan como «inéditos» para los equipos de deben enfrentar una fuerte presión laboral.

Al respecto Evans y Achur, integrantes de la Comisión Factor Humano de Asociación Calidad de Leche y sus Derivados (APROCAL), aseguraron que a inicios de este año, cuando aún la palabra pandemia nos era lejana, nos propusimos como consultora e integrantes de la Comisión de Factor Humano de APROCAL acercarnos a los productores para contarles los efectos casi mágicos que producía el estar cerca de sus colaboradores y aprender a trabajar en equipo en la actividad del tambo.

De un momento a otro, la humanidad puesta de relieve en nuestra propuesta, tuvo que volver a replegarse por la emergencia sanitaria. Y lo que promocionábamos como necesidad de cercanía se volvía distancia obligada. Distanciamiento social preventivo, en tiempos de pandemia y una extensa cuarentena en la que pudimos transformar esa distancia inevitable en una nueva forma de estar cerca. Nos reinventamos para seguir haciendo lo que más nos gusta: conformar y consolidar equipos de trabajo en los tambos.

Como en toda crisis, tras la superación del desconcierto inicial, emergen las posibilidades y el descubrimiento de recursos muchas veces desconocidos. Haciendo de la crisis una oportunidad, iniciamos una nueva etapa en el camino: la reinvención, cuyo denominador común siguió siendo apostar al trabajo en equipo y al reconocimiento de las personas y sus potencialidades.

En tiempos de pandemia, la tecnología nos permitió llegar a lugares impensados. Emprendiendo una labor de asistencia a través de las redes digitales. Allí la gente volvió a sorprendernos con su entusiasmo por aprender y asumir nuevos desafíos; evidenciándose tanto en los trabajadores como en los productores una actitud proactiva, llena de interés por las nuevas propuestas de acompañamiento.

Así, nos encontramos con trabajadores que cuando tienen la posibilidad de internet en el campo, ven en la capacitación online una forma de crecer y conectarse con otros; con productores que mejoraron la conectividad de internet en el campo para acompañar a sus equipos y con grupos de colaboradores que junto a productores y profesionales se capacitan con entusiasmo.

También se sumaron a la propuesta productores y equipos mandos medios que aprovechando este tiempo, se aventuran al desafío de iniciar el pasaje de Grupo a Equipo de trabajo de manera virtual, animándose a jugar, a conectarse con su sentir y a reflexionar , pantalla mediante, inaugurando una forma diferente de estar y aprender juntos.

En el contexto que nos toca atravesar, la tecnología se vuelve un aliado, un puente que nos conecta, posibilitando nuevas formas de encuentro y aprendizaje. Al describir las vivencias de sus procesos son los propios protagonistas quienes nos muestran su efectividad: los colaboradores que encuentran herramientas para hacer más eficiente su tarea y un espacio donde compartir con pares, los productores que reconocen el impacto de los estados de ánimo en su gente y el efecto de ello en la tarea , los equipos que encuentran otra forma de comunicarse y se descubren en el poder de la palabra escrita o en las resonancias de un audio en el aula virtual.

Cada experiencia dibuja nuevos paisajes humanos y se van gestando redes de aprendizaje y crecimiento colectivo; se va tejiendo una trama humana, trama de vínculos y deseos de superación compartidos, que sostiene y motoriza tanto el trabajo en equipo como a las personas.

Una nueva forma de estar y acompañar a los equipos…

Más allá del acompañamiento habitual en la conformación y sostenimiento del trabajo en equipo; el contexto socio sanitario actual nos convoca a profundizar el abordaje integral del factor humano. La singularidad de este momento social y sanitario sumado a la particularidad de la tarea específica del tambo, crean condiciones que pueden generar confusión y mayor ansiedad en los trabajadores cuya actividad laboral continúa en un ritmo habitual, supuesta “normalidad” que se contradice con la realidad de sus vidas familiares y sociales (hijos que no concurren a la escuela, vínculos de pareja interrumpidos por el aislamiento obligado, imposibilidad de visitar a la familia que vive en otros pueblos/provincias, etc.).

Atender también a estas cuestiones y sus posibles efectos en las relaciones interpersonales y en el desempeño laboral de los trabajadores resulta imprescindible para crear y sostener entornos saludables de trabajo que favorezcan a las empresas y a sus colaboradores.

El abordaje del factor humano desde la virtualidad implica asumir grandes desafíos, pero a cambio, nos ofrece la posibilidad de acercar distancias y acceder a nuevas formas de vinculación y acompañamiento.

Lo que se quedará con nosotros…

Sin duda, las capacitaciones a distancia se quedarán con nosotros, encontramos en ellas la posibilidad de una mayor accesibilidad para quienes desean generar un cambio.

Capacitaciones, basadas en el aprendizaje participativo y orientadas a profesionalizar la tarea en el campo, que parten de herramientas simples, pensadas para el trabajador rural con materiales para reflexionar y llevar a la acción y orientación docente permanente.

A sabiendas de que la virtualidad no reemplaza lo presencial, desde la Comisión de Factor Humano de APROCAL y nuestra consultora Tambo en Equipo, seguimos haciendo lugar a lo humano, desde nuevos dispositivos ajustados al inédito contexto actual y motivadas por la misma convicción: el trabajo en equipo contribuye al bienestar de las personas, el bienestar humano se refleja en el bien hacer de la tarea y todo ello se traduce en satisfacción compartida de trabajadores y productores, creándose un círculo virtuoso cuyo motor son los equipos.

Buenos Aires, 22 de octubre de 2020