Noticias


Los precios del maíz en Chicago firmes tras último informe del USDA

Los precios del maíz en Chicago firmes tras último informe del USDA

La semana que cerró con el nuevo informe mensual del USDA dejó la confirmación de que los precios del maíz tienen argumentos para consolidar su firmeza, luego de que el organismo volviera a recortar su previsión sobre las existencias finales estadounidenses por un mayor consumo interno y por mayores exportaciones.

El balance semanal mostró subas superiores al 3% para los contratos cercanos del cereal y próximas al 2% para los coincidentes con la cosecha 2021/2022.

Los mismos argumentos para sostener valores históricamente elevados los tiene la soja que, sin embargo, apenas logró terminar el segmento estable tras padecer bajas el viernes por un informe oficial que mostró más soja sudamericana de la que esperaban los operadores.

Fue mayormente positiva la semana para los precios del maíz argentino, con ofertas desde el sector exportador que crecieron de 203 a 210 dólares por tonelada (de 18.635 a 19.370 pesos) para las terminales del Gran Rosario. Vale señalar que los compradores mostraron interés por grano para junio/julio, con propuestas que oscilaron entre 200 y 205 dólares. En Necochea las propuestas se mantuvieron estables, en 220 dólares por tonelada, mientras que para Bahía Blanca las ofertas bajaron de 225 a 220 dólares por tonelada para las descargas durante el presente mes.

Para el viernes el FAS teórico del maíz fue calculado por Agricultura en $ 18.507, mientras que para el inicio de la nueva semana comercial fue fijado en 18.441 pesos. El valor FOB del maíz en los puertos argentinos pasó de 243 a 247 dólares por tonelada, según lo publicado por Agricultura. En el Golfo de México la transición semanal del FOB del maíz fue de 255,61 a 261,51 dólares por tonelada.

En el Matba Rofex el balance semanal fue positivo para la posición abril del maíz, que cerró con una mejora del 2,70%, luego de pasar de 204 a 209,50 dólares por tonelada, en tanto que para el contrato julio no hubo variante, al cerrar en 197,50 dólares por tonelada.

En su informe semanal sobre carga de buques programada para el período de 7 de abril al 10 de mayo, la BCR marcó que deben salir desde el Gran Rosario 1.703.700 toneladas de maíz; desde Bahía Blanca, 674.470 toneladas; desde Necochea, 71.328 toneladas, y desde otros puertos, 70.000 toneladas.

En cuanto a los cultivos, en su informe semanal el jueves la BCBA señaló que las buenas condiciones del tiempo relevadas desde el reporte previo permitieron continuar con la cosecha de maíz con destino grano comercial. “Gran parte de los avances se concentraron en las provincias de Entre Ríos, Córdoba, Santa Fe y de Buenos Aires. A la fecha ya se logró recolectar el 12% del área apta, luego de relevar un avance semanal de 4,1 puntos que, sin embargo, implica una demora de 14 puntos respecto de igual momento de 2020”. Si bien añadió que los rendimientos de los planteos tempranos se ubican aún por debajo de las productividades del ciclo 2019/2020, mantuvo su proyección de producción 45 millones de toneladas. La Bolsa aportó un dato a tener en cuenta porque podría acentuar la demora actual de la cosecha: “Los productores comienzan a priorizar la cosecha de los primeros cuadros de soja en el centro del área agrícola nacional, por lo cual no se descartan demoras en las labores durante las próximas semanas”.

El viernes en su informe mensual el USDA redujo de 47,50 a 47 millones de toneladas su estimación sobre la cosecha argentina de maíz, pero mantuvo en 34 millones la proyección sobre las exportaciones.

El maíz completó su segunda semana alcista consecutiva en la Bolsa de Chicago, donde los contratos mayo y julio sumaron un 3,13 y un 3,21%, al pasar de 220,36 a 227,25 y de 214,66 a 221,54 dólares por tonelada, y donde la posición septiembre ganó un 1,95%, tras variar de 197,23 a 201,07 dólares por tonelada. La suerte alcista de la semana quedó sellada en la rueda del jueves, cuando una ola de compras desde el sector de los fondos de inversión generó mejoras que rondaron el 3,4%. Ese posicionamiento de los especuladores –en el proceso de subas se superaron límites técnicos que exacerbaron el movimiento– fue una apuesta en la previa del informe del USDA, en el sentido de que las nuevas cifras acentuarían el escenario de escasez de maíz en el mercado estadounidense.

Y, otra vez, ganaron en su apuesta, porque las cifras del informe mensual del USDA ratificaron sus especulaciones. En efecto, con la cosecha sostenida en 360,25 millones de toneladas, el organismo elevó de 143,52 a 144,79 millones el uso forrajero; de 305,45 a 307,35 millones el uso doméstico total –elevó de 125,73 a 126,37 millones de toneladas el uso para etanol–, y de 66,04 a 67,95 millones las exportaciones. Con todos esos cambios, proyectó las existencias finales en 34,34 millones de toneladas, debajo de los 38,15 millones del reporte de marzo y de los 35,46 millones previstos en promedio por los privados. Así, el stock estimado se mantiene como el más bajo desde los 31,29 millones de la campaña 2013/2014.

Estos ajustes que hizo el USDA muestran que los altos precios del maíz no lograron un racionamiento de la demanda, al contrario, crecen las necesidades por sumar existencias entre los consumos y, ahora, la industria del etanol. En el PAS de la semana pasada analizamos la posibilidad de que el resurgir del etanol tuviera un correlato sobre la demanda de esa industria, en tiempos en los que la Administración Biden promete programas de fomento y el fin de las exenciones que la Gestión Trump otorgaba a las refinadoras de petróleo. No son pocos los especialistas que consideran que tanto la demanda para etanol como para abastecer de alimento a los productores de carnes tiene más por crecer si la pandemia logra ser controlada por el plan de vacunación y terminan las medidas de aislamiento que restringen la normalidad en Estados Unidos y en el mundo.

El USDA también debió sincerar su estimado para las exportaciones estadounidenses de maíz, después de que su proyección anterior quedara sobrecumplida la semana pasada. Ahora, luego de que el jueves el organismo relevó las ventas externas semanales en 757.000 toneladas, levemente por debajo de las 797.300 toneladas del reporte anterior, pero dentro del rango previsto por los privados, de entre 500.000 y 900.000 toneladas, los 66,49 millones de toneladas comprometidos al 1º de abril fueron equivalentes al 97,85% del nuevo saldo exportable pronosticado el viernes para todo el ciclo 2020/2021, de 67,95 millones de toneladas.

Todo lo planteado anteriormente sirve de fundamento para la firmeza de los precios de las posiciones más cercanas, que podría derramar sobre los contratos correspondientes a la campaña 2021/2022 si las condiciones de siembra y si la evolución de los cultivos no se ubican cerca del ideal en los próximos meses. En ese sentido, el lunes el USDA confirmó el inicio de la siembra y relevó su progreso sobre el 2% del área prevista, porcentaje similar al de igual momento de 2020 y al promedio de las últimas cuatro campañas.

Las lluvias registradas durante la segunda parte de la semana sobre el Medio Oeste mejoraron el estado de los suelos sobre los que comenzaron las labores y fueron las responsables de que las posiciones de septiembre en adelante tuvieran una suba semanal menor que la vista para los contratos cercanos. Como señalamos en el espacio de la soja, de ahora en adelante, el clima y la especulación del mercado en cuanto a la superficie que efectivamente será sembrada con el maíz serán dos de los principales factores para la formación de los precios hasta que el USDA publique, el 12 del mes próximo, su informe mensual con las primeras valoraciones comerciales sobre el ciclo 2021/2022. La recomendación de siempre, estar atentos para tomar las mejores decisiones en tiempo y en forma.

Buenos Aires, 11 de abril de 2021

Compartir:

https://www.infortambo.com/ - ®2024 Todos los derechos reservados