El nivel de stock de lácteos durante la primera parte del 2019 es un 30% inferior al registrado en igual período del año pasado. Allí sobre la industria láctea pesan cuestiones tales como la falta de estímulo que tiene el sector de sostener sus productos en depósito a cuenta de la baja que exhibe el consumo doméstico (que cayó entre un 8 y 9%) y el estancamiento que presentan las exportaciones.

Según los datos proporcionados por el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA), realizado en base a información oficial: con existencias de productos lácteos por unos 725.621 toneladas o miles de litros, dicho stock es un 29,6% inferior al registrado en el período enero-julio de 2018. Este es el nivel más bajo registrado, al menos en el último lustro.

Tal como surge del relevamiento realizado por la Dirección Nacional Láctea, las existencias de productos lácteos acumuladas en el 2019 hasta julio son un 29,6% inferiores a igual lapso del año anterior. Los stock más bajos se corresponden con los que exhiben ítems tales como la Leche No Refrigerada (con una reducción del 42% respecto al 2018) y también Leches en Polvo.

En el caso de la Leche en Polvo Descremada, esta exhibe una caída del 62% interanual, mientas que la Entera ofrece una merma del 51,6%.

En quesos, los de pasta semidura exhiben una caída del 17% y los de pasta dura, una merma de casi un 12%. Solo libra de la tendencia negativa, el caso de los quesos rallados, en polvo o fundidos, allí se constata un destacado incremento del 4,6% en los primeros siete meses del 2019.

Buenos Aires, 19 de septiembre de 2019