
Los avatares de la industria uruguaya no terminan. Ya sea por presiones del gremio de los trabajadores, coyunturas económicas o un sector cuyo proceso de concentración se viene acelerando cada vez más, cada tanto suena la alarma con alguna mala noticia de alguna industria. Esta vez es la histórica cooperativa de tamberos de Carmelo (Calcar) fundada hace 67 años que dejará de producir dejando a 80 personas sin trabajo.
La láctea Calcar cierra sus puertas tras arrastrar una crisis de varios años –hace al menos cinco que estaba en el Centro de Tratamiento Intensivo (CTI) para su rescate–, sumándose a una serie de compañías y fábricas que, en los últimos meses, han dejado de producir por razones varias.
En los próximos días dejará de funcionar la última planta activa de la cooperativa, en la ciudad de Tarariras, según confirmó el secretario ejecutivo de la Cámara de la Industria Láctea del Uruguay, Ariel Londinsky. El año pasado, la empresa ya había cerrado la planta en Carmelo, la cual daba el nombre a la Cooperativa Láctea. “Arrastra una situación financiera desde hace años. Había una disminución importante de la producción -estaba recibiendo cien mil litros cuando históricamente estaba en los doscientos cincuenta mil”, explicó Londinsky.
A las deudas con los bancos se sumaron la falta de pagos con los productores de la cooperativa. “En el último tiempo los productores ya no podían aguantar más los retrasos de pagos y gran parte de ellos se decidieron a enviar a otras plantas que les aseguraban el pago al día”, advirtió el funcionario. “Por ahora se están intentando colocar en otras plantas. Tal vez puedan absorber algunos productores para que permanezcan en la actividad y espero que los más chicos no se dediquen a otra cosa,
Pero no es la única. Claldy y Coleme también son lácteas con problemas en un sector donde el 70% de la leche la elabora Conaprole. Mientras Claldy podría mejorar su situación con una reestructuración la empresa de Melo atraviesa una situación crítica.