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Poderes de compra que pierden fuerza

Para el director ejecutivo del Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA), el negocio con Brasil ha perdido brillo y renta.

Poderes de compra que pierden fuerza

 

A lo largo del 2024, las compras externas de lácteos brasileñas crecieron interanualmente casi un 8%. Incluso en noviembre el incremento interanual fue de 9,4% donde el 92% del volumen tuvo origen en el Mercosur con Argentina participando con el 55,75% y Uruguay 31,77% del total importado y Paraguay 4,44%). Si bien el mayor volumen correspondió a LPE, el producto más destacado por su evolución en las importaciones es la mozzarella. Las 37.521 Tn importadas entre enero y noviembre de 2024 representan un incremento de 86% respecto del mismo período del año pasado, donde el 95,9% de este volumen tuvo origen en Argentina.

Por el momento las exportaciones continúan, pero los números han cambiado. Para el director ejecutivo del Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA), el negocio con Brasil ha perdido brillo y renta. “Analizando la situación desde la Argentina con el retraso cambiario y la baja de los precios internacionales de los lácteos, si antes estábamos complicados ahora se empeoró”, advierte Jorge Giraudo. “Los poderes de compra de la leche en polvo entera y de mozzarella que son los principales productos de exportación del país no cierran y dan por debajo de lo que se está pagando actualmente en la Argentina”.

Recordemos que durante noviembre el precio informado por el SIGLeA aumentó 1,12% respecto de octubre alcanzando los 439,73 $/litro. El reconocido analista y titular del OCLA destaca que para Brasil sigue siendo buen negocio comprar lácteos en el Mercosur aun estando en zafra en plena producción y sin sobrarles nada con el consumo nacional por la devaluación. “A pesar de la devaluación siguen caros en dólares. Todavía les conviene porque la leche en polvo en Brasil vale 33 reales el kilo comparados con los 26 a 27 reales que les cuesta importarla. Lo mismo ocurre con la mozzarella que localmente vale 32 e importarla 30 reales”, asevera Giraudo. “Y en la medida que sigan bajando los costos internacionales más le va a convenir comprar. Por eso la demanda está firme, aunque a las industrias argentinas no les convenga. Si no hacen algo con los reintegros o el costo argentino se va a complicar con los precios de la materia prima. Si el ‘crawling peg’ lo bajan al uno por ciento el quebranto se puede agravar aún más”.

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