El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, según sus siglas en inglés) redujo de 112,84 a 111,70 millones de toneladas de soja su previsión sobre el volumen de la cosecha estadounidense, contra los 112,51 millones previstos por el mercado.

«Esa caída, fundada en menores rindes –se los ajustó de 33,69 a 33,36 quintales por hectárea– y en el incremento de la molienda, compensó el aumento de las existencias iniciales anticipado por el USDA a fines de septiembre y la reducción proyectada para las exportaciones –de 48,72 a 47,76 millones–», se indicó.

También aseguró que el stock final fue calculado por el USDA en 5,98 millones de toneladas, casi a la par de los 5,99 millones del reporte del mes pasado, pero debajo de los 6,34 millones pronosticados por los operadores.

Este es, posiblemente, el principal dato alcista para los precios, dado que confirma que el nivel de reservas se mantiene muy ajustado y en el punto más bajo desde los 5,35 millones del ciclo 2015/2016.

En Maíz

El USDA redujo de 384,42 a 382,65 millones de toneladas de maíz su previsión sobre la cosecha estadounidense –ahora resulta la tercera más importante histórica–, frente a los 384,09 millones previstos por los privados.

Esto se fundó en la caída del rinde promedio ponderado, de 109,09 a 108,58 quintales por hectárea. Esta menor cosecha se agregó al recorte de las existencias iniciales planteado a fines del mes pasado por el USDA –de 36,87 a 34,58 millones de toneladas– y fue compensado en forma parcial con una reducción en el uso forrajes y por menores exportaciones.

En el balance, el stock final fue calculado por el organismo en 53,62 millones de toneladas, por debajo de los 56,40 millones del reporte anterior y de los 54,31 millones previstos por los operadores. Pese a este ajuste, el remanente de la campaña será el mayo desde los 56,41 millones del ciclo 2018/2019.

Buenos Aires, 13 de octubre de 20230