El futuro presidente no ha ocultado su deseo de deportar a los inmigrantes indocumentados del país, pero al hacerlo se corre el riesgo de crear escasez de mano de obra en los sectores de la carne, los lácteos y otros sectores agroalimentarios. Lamentablemente, los lácteos no califican para algunos de los programas de trabajadores temporales que se han establecido, porque están diseñados para traer mano de obra extranjera para fines de cosecha; una tarea limitada en el tiempo. Los productos lácteos requieren mano de obra durante todo el año.
Según una investigación de la Federación Nacional de Productores de Leche, los inmigrantes representan más de la mitad (51 %) de la mano de obra en los tambos, donde aquellos que emplean mano de obra inmigrante producen el 79 % de la remisión de leche en los Estados Unidos.
El pronóstico es fuerte: la eliminación de la mano de obra inmigrante reduciría el rodeo lechero estadounidense en 2,1 millones de vacas, la producción de leche en casi 25.000 mil millones de litros y el número de unidades productivas en más de 7.000.
Esto provocaría un aumento de los precios minoristas de la leche en alrededor del 90,4 %, al tiempo que reduciría la producción económica de Estados Unidos en 32 100 millones de dólares y el empleo en más de 200 000 puestos de trabajo.
Fuente: Traducido y extractado por el OCLA del newsletter de Dairy Reporter por Teodora Lyubomirova.