
Según la consultora Zorraquín + Meneses, «si bien el aumento de retenciones limitaría el costo del alimento, sobre todo grano de maíz, esto todavía no se percibe, generando márgenes económicos que se deterioran mes a mes».
En la evaluación realizada por Z + M sobre el negocio lechero, se indicó que «el precio de la leche se sigue deteriorando».
Además se refirió que el aumento del precio del último mes fue del 2,6% dando un precio promedio SIGLEA de 17,26 $/litro (el mes pasado fue de 16,82 $/litro) o 254,29 $/kilo de sólido.
«El aumento respecto a un año atrás es del 79%, valor que sigue cayendo y que de a poco se va arrimando al de la inflación del período. Las exportaciones de enero-diciembre de 2019 fueron de 303.132 toneladas, un 10% menos que el mismo período del 2018«, manifestó el último informe de la consultora.
Según datos del Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA), el consumo interno de leche fluida y quesos volvió a caer entre el 6% y el 9%, lo que se refleja en un consumo por habitante muy bajo de 183 litros equivalente leche.
Negocio ganadero
El precio del Novillo con leves aumentos que lo acercan a la franja de los 95 $/kilo vivo. Según Ciccra, durante el 2019 ese precio aumentó un 89%, superando a la inflación y también al aumento en mostrador (63%).
Esto se dió a pesar de una retracción en el consumo interno (51 kg/habitante/año) pero con una exportación que representó casi el 30% de la producción. A partir de las novedades generadas por la crisis del coronavirus muchos negocios con Asia se han cancelado o han sufrido pérdida de precios de más del 20%, generando un panorama incierto para este negocio en el 2020.
«Los frigoríficos empezando a mandar señales negativas sobre el futuro», señaló la consultora Zorraquín + Meneses. Esto puede reflejarse en que el precio del ternero de invernada ronda los 100 $/kilo, una de las peores relaciones flaco/gordo de los últimos años.
Como suele suceder, el eslabón del criador es el más perjudicado en estas situaciones. Y por ello tampoco evoluciona el precio de la vaca preñada que ronda entre los $30.000 y los $40.000 (menos de 500 dólares por cabeza). Como dijimos en nuestro último informe, el aumento de costos debido a la inflación va erosionando los márgenes y hoy los números no cierran atractivos ni para el criador ni para el invernador.
En marzo/abril tendremos un escenario más claro sobre la potencial oferta de terneros pero también sobre los resultados de la preñez de un servicio que se realizó en varias zonas con baja disponibilidad forrajera por la sequía. Con este cuadro complicado, entendemos que el gobierno no tomará medidas intervencionistas en el corto plazo.
Buenos Aires, 23 de febrero de 2020