En un centro de rehabilitación, llamado Elephant World, en Tailandia, el pianista Paul Barton ayuda con su música para tranquilizar y reconfortar a todos los elefantes maltratados que fueron rescatados. “La primera vez que toqué el piano ahí, un elefante ciego llamado Pla Ra, que era el más cercano al piano, escuchó a Beethoven por primera vez y dejó de comer; se detuvo y escuchó la música con la hierba en su boca. Así que volví a Elephants World después de ese día y me quedé por largos períodos”, expresó Barton a un medio británico.
Lea la nota completa en nuestra edicion del mes de Enero 2021